Este vídeo es extraordinario y la idea de esta casa comercial también: ¡los padres también están embarazados! ¡Claro que sí! Porque la maternidad no existe sin la paternidad. Son dimensiones relativas y necesarias de la conyugalidad, es decir, de un hombre y de una mujer que se han entregado recíprocamente para compartir la propia vida. Y el hijo es el fruto de ese amor y también su símbolo viviente.
El hecho de que la biología presente diferencias evidentes entre hombres y mujeres podría llevar a pensar a ellos y a ellas que la filiación es una realidad más femenina que masculina. Eso conlleva un error garrafal en la madre, que piensa que su hijo es suyo y no de su compañero. Eso se manifiesta en nuestra época: en aquellas que mantienen una relación de “propiedad” -y a veces de propiedad en exclusiva-, con respecto a sus hijos sufren ese efecto perverso de la ligazón afectiva producida por el embarazo.
Ese error también tiene sus manifestaciones en algunos hombres. Al no estar dotados de las mismas cualidades con que la naturaleza adorna a la mujer para atender el desarrollo del hijo, ellos -los padres- pueden sentir la tentación de aceptar el planteamiento “posesivo” de la mujer y dejarla a ella sola con su responsabilidad materna. Si la mujer y el hombre insisten en esa idea nefasta, pueden arruinar la vida de ellos, de ellas y también las de los hijos.
En Venezuela, lastimosamente, se ha extendido una falsa creencia de que "madre hay una sola y padre es cualquiera". Esta idea perversa que desvaloriza la figura el padre no debe seguir extendiéndose. Madres y padres deben sentirse embarazados, encargados de gestar y cuidar el don de la vida de los hijos que proceden de Dios, de este modo los hijos podrán ser felices.
En el día del padre, que se celebra este domingo en muchos países, esta consideración puede ser un buen regalo para muchos padres que están un poco maltratados por estas falsas creencias. Ustedes son fundamentales para el buen desarrollo de la vida de sus hijos. No se sientan excluídos: a ustedes Dios los ha hecho partícipes de su paternidad, no renuncien jamás a cuidar, proteger y sostener con su fuerza a cada niño que Dios les encomienda.
El evangelio de la vida es anunciado a tantos padres que han sabido acoger el don que les ha sido dado. En nuestra comunidad vicenciana estamos felices de contar con tantos hombres que son reflejo de la paternidad divina en su hogar. A cada uno de ellos se extiende nuestras felicitaciones, oraciones y admiración.
¡Gracias por ser un San José en tu hogar!, siempre serás dichoso te irá bien.